Escribe el Diputado Constante Mendiondo : La Juventud siempre está a la altura

¿Quiénes deberían estar hoy en la primera línea esperando les llegue el momento oportuno de vacunarse? No tenemos dudas, los más jóvenes. No sólo porque ellos son el futuro inminente, sino porque serán los que con su solidaridad permitirán que el resto estemos a salvo. Hay innumerables muestras de toda la solidaridad que los jóvenes ponen en el día a día, participando en diferentes tipos de actividades, comprometidos con causas diversas. Esta vez la causa es la salud, la de sus familias, de sus abuelos, tíos y padres.
El día de mañana, o dentro de algunos años, los que hoy son más jóvenes serán el testimonio de que pudimos superar una pandemia, de que ellos estuvieron allí y que fueron portadores de esperanza para el futuro. Porque de poco serviría si los más jóvenes no estuvieran masivamente insertos en la protección comunitaria. Tenemos que contarles este mensaje de la mejor forma, con el afecto y la emoción necesaria para que sepan que sin ellos, literalmente, no hay mañana.
Desde que en noviembre pasado se dispararon los contagios, hemos priorizado la necesidad de poner al sistema político, y a la sociedad toda, espalda con espalda en el marco de un gran acuerdo con tuviera como objetivo señales claras sobre la situación ya descripta y la necesidad de generar condiciones para la campaña de vacunación. Poniendo, porque así lo decidió la ciudadanía, en el presidente de la República la responsabilidad de la convocatoria. La frase siempre fue: el presidente es mano.
Hemos sostenido propuestas propias, transparentes y diferentes tanto en lo nacional como en lo departamental. Cuestión que no es momento de instalar en la agenda pública porque contribuiría en sentido contrario a lo que siempre pregonamos: fijar la prioridad en lo sanitario para evitar lo que hoy nos toca vivir, la muerte de más de 2300 uruguayos y más de 80 rionegrenses. Y esa cifra, tremenda de por sí, se sigue incrementando día a día. Y aún nos queda un trecho largo por recorrer.
Ya llegará el momento de que rindamos cuenta por nuestra responsabilidad institucional, lo que hicimos, lo que propusimos, lo que equivocamos y lo que no se nos tuvo en cuenta. A quedarse tranquilos, porque la memoria guarda todo, pero ahora no es momento para eso.
Ahora el momento es el de cuidarse, guardarse en las respectivas burbujas en la medida que se pueda, evitar contactos, higiene, distancia física, doble tapabocas. Es decir extremar la responsabilidad en nuestro comportamiento diario.
Y lo que hoy es la prioridad de prioridades ¡VACUNARSE! Las vacunas desde su descubrimiento han cambiado la salud y la expectativa de vida de la humanidad. La historia de las pandemias está allí a la vista y puede consultarse en cualquier libro y hoy en “en línea” en miles de sitios.
Antes con una enfermedad como esta, se moría la mitad o más de las poblaciones afectadas.
Hoy eso lo evitan las vacunas.
Unos de los mayores actos de amor de nuestros padres era vacunarnos. Todos lo vivimos y en Uruguay lo naturalizamos con un sistema vacunatorio obligatorio que nos permitió extinguir enfermedades terribles del pasado. Ahora nos toca a todos tomar esa responsabilidad de padres, como sociedad agarremos para los vacunatorios. El remedio está allí.
-Tany Mendiondo-