Realizar a esta altura un balance, además de saturar un poco con una síntesis que hemos venido repitiendo sobre diferentes aspectos de la vida del país y del departamento, también podría pintar un panorama excesivamente oscuro. Todos, en mayor o menor medida, somos conscientes de lo que nos ha sucedido. Y si bien esperamos haber aprendido algunas lecciones, no por ello tenemos que repetirlas todo el tiempo.
Aunque más no sea en nuestros deseos nos sentiríamos muy bien si Uruguay recuperara de manera sostenida su crecimiento económico, pero sobre todo que este tuviera impacto directo en la forma en que se reparte el mismo. Durante los 15 años que gobernó nuestra fuerza política el país creció, algunas veces más, otras veces menos, pero siempre ese crecimiento implicó también un crecimiento del salario y de las pasividades. En este tiempo de gobierno multicolor cuando comenzamos a ver cierto crecimiento como en el último trimestre de la economía, los salarios reales han bajado, al igual que las jubilaciones. Queremos que la economía crezca para que la gente viva mejor.
También deseamos que se reconsidere la inversión social en diferentes asuntos, nos parece que el Uruguay del año próximo necesitaría una fuerte inversión en asuntos sociales que no se están mirando con la necesaria sensibilidad. Hay más pobreza, aproximadamente 100.000 nuevos pobres más que antes de asumir el nuevo gobierno. Eso no lo soluciona sólo el mercado. Las tarjetas del MIDES son una herramienta, hay que poner allí un poco más de recursos y que las mismas no sufran recortes. Deseamos con toda nuestra convicción que se retomen líneas de acción claves como las del sistema de cuidados, hay miles de compatriotas que necesitan de este apoyo.
También nos gustaría que los tremendos recortes que se vienen haciendo en áreas como la Vivienda se dejaran de lado. Hay que retomar los planes de apoyo para las viviendas para las familias de menores recursos, y por supuesto volver a apostar fuertemente a las cooperativas y también a la continuidad de planes exitosos y políticas de Estado como MEVIR.
Deseamos que ANTEL vuelva a tener la “velocidad” y calidad del servicios de interconexión que tenía antes, es más, queremos que mejore y que incorpore la tecnología 5G lo antes posible. Deseamos que las tarifas de todas las empresas públicas aumenten por debajo del aumento de los salarios, como lo hicieron durante tantos años. Queremos que el precio de los combustibles se maneje de acuerdo a la situación del país, de su producción y su gente. Queremos que no se aumente el precio como está previsto en la LUC, porque allí volveremos a tener aumentos quizás mensuales.
Nos gustaría que desde el Ministerio del Interior se ponga particular atención en el manejo que se hace de las herramientas de represión: una cosa es hacer respetar la ley, otra cosa es de qué manera se lo hace. En este país no queremos pasar por lo que hemos visto decenas de veces en los países hermanos. La policía no está para reprimir manifestaciones ni garrotear a los trabajadores. Tenemos allí un enorme deseo: que no apliquen la LUC como está redactada, porque tendremos problemas y serán importantes. El Uruguay de la democracia nos exige la tolerancia necesaria y un sistema que le dé garantías a todos, sin patoterismo y generando el diálogo necesario.
No queremos el cierre de mutualistas, ellas son un pilar del sistema sanitario que se ha construido en este país. Sus trabajadores han honrado su profesión durante todo este tiempo de pandemia, no pueden pagar ellos los platos rotos de las impericias económicas o administrativas de algunas autoridades. Tampoco, por supuesto, lo pueden pagar los usuarios.
Para nuestro departamento los deseos son los mejores: que haya un plan de obras de la Intendencia que esté a la altura de las necesidades de nuestra gente y de nuestros pueblos. Sabemos que el gobierno del FA dejó la vara muy alta, pero tenemos esperanza que en el tiempo que les queda puedan comenzar a mostrar obras que son necesarias e importantes.
Para finalizar, porque el espacio también es tirano, deseo que hagamos una campaña de información y que podamos convencer a la mayoría de los compatriotas de la importancia de derogar los 135 artículos de la LUC. Pero que en esa campaña confrontemos ideas sin agravios ni violencia. Ese sería un gran triunfo para todos.
Espero que todas las familias de nuestro departamento y de toda nuestra patria tengamos un mejor 2022 y que la esperanza, le gane al miedo.
-Tany Mendiondo-