Cuando se abran los puentes

Escribe el Diputado Constante Mendiondo

Aquello de que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena viene al pelo para la situación que hoy tiene insomne al litoral, en especial a las poblaciones cercanas con la Argentina, por la inminente apertura de fronteras. 

El tema cada tanto se reavivapor cuestiones de diferencia cambiaria que impactan en los precios. Y obviamente el más perjudicado es Uruguay porque mantiene una sólida y consecuente economía más allá de  los gobiernos de turno. Históricamente Argentina tiene récords de devaluaciones e inflación, transformando sus precios en objetivos tentadores para nuestras poblaciones limítrofes. 

Unos de los bienes más tentadores de ese trasiego al otro lado de la frontera son las naftas. Y es así que desde el año 2007 el Uruguay, por Decreto, resolvió reducir el Impuesto Específico Interno (IMESI) para las enajenaciones producidas exclusivamente por estaciones de servicio ubicadas en un radio máximo de 3 pasos de fronteras: a- Fray Bentos-Puerto Unzué, b- Paysandú- Colón, c- Salto- Concordia. Es decir, en 2007 comenzamos a tener una política de precios de frontera específica para esta realidad del país.

La ida por combustible al lado argentino siempre sirve de pretexto para comprar todo tipo de mercaderías. Aún muchas que ni siquiera se usan con asiduidad. Se cede  a la tentación del consumo. Nuestras aduanas por los motivos  que fueren, justificados o no, no han sido eficaces para el control. 

Hace un año y medio que estamos con fronteras cerradas, en el parlamento nacional se han presentado proyectos de ley, sin resultados aún. Obviamente debemos asumir nuestras responsabilidades políticas porque si no definitivamente,seguiremos en esta lógica que mencionábamos al principio: salimos corriendo cuando truena. 

Seguramente en poco tiempo las fronteras se abrirán y volveremos a la prepandemia, de nuestro lado, siempre piloto automático, pero del lado argentino por devaluaciones e inflación los precios para nuestra moneda son demasiado tentadores. Quizás ni el atractivo del descuento del IMESI impedirá el cruce de muchos vecinos por combustibles y demás mercaderías.

Los diputados de Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano hemos analizado juntos la situación, cada uno en su departamento manteniendo reuniones con los centros comerciales, en nuestro caso hace unos diez días realizamos una reunión con los centros comerciales de Soriano y Río Negro, los diputados de ambos e invitados especiales. El camino es trabajar junto a los representantes del comercio (la situación a darse los pondrá en una encrucijada), los trabajadores (depende de lo que se haga sostener las fuentes de empleo), los Gobiernos Departamentales (Intendentes, Juntas y Municipios) y obviamente los Representantes Nacionales porque será imprescindible e ineludible la vía legislativa. Pero además de las reuniones virtuales que ya mantuvimos en la próxima semana volveremos a tener otra con sede en la ciudad de Paysandú, los diputados del litoral seguiremos trabajando intensamente como lo hicimos hace unos meses con el tema del IMESI a los combustibles.

Nadie mejor que quienes están directamente relacionados con el problema para generar las herramientas más eficaces, sin tener opinión a priori por ninguna de ellas, deberán ser más de una. La principal seguramente sea un estímulo e instrumentos para hacer que el consumo se dé en nuestros comercios uruguayos para que no valga la pena el cruce de fronteras. En esto hay experiencia hecha en el tema combustibles. Quizá una canasta adecuada requiera de políticas similares. Siempre está aquello de la tolerancia cero, que suena tan bien y que siempre resulta tan ineficaz. Algunos apuntes en este sentido, la Dirección Nacional de Aduanas está sin personal y por otra parte en muchos casos, el cero kilo enfrenta vecinos de un lado y de otro, los pone en escenarios inconducentes. El gran contrabando es otra cosa y a ese hay que aplicarle todo el peso del Estado para extirparlo. 

Siempre está aquella pregunta cuando uno habla de estímulos, de exoneraciones o de devoluciones de impuestos ¿cómo hace el Estado para renunciar a ello? Es sencillo, desde el decreto 398 de 2007 se ha recaudado más IMESI que nunca en los establecimientos de venta que comprende. Y es de sentido común y debería serlo para cualquier Ministro de Economía, que siempre recaudará muchísimo más blindando y protegiendo el comercio del lado uruguayo, que renunciando a ello por la situación de facto que se dará si nuestras poblaciones pasan en masa a comprar del lado argentino. Hay que cuidar el pequeño comercio que genera cientos de puestos de trabajo en nuestro litoral, ese es el más afectado por la compra de mercaderías del otro lado del río. Cada puesto de trabajo y cada empresa que protejamos en este momento evita costos sociales que serán mucho mayores si no tomamos medidas adecuadas.

Lo nuestro es el pensamiento propio pero lo cierto es que estaremos a lo que definan los centros comerciales del litoral, los trabajadores y los Gobiernos Departamentales, espalda con espalda con nosotros los Representantes Nacionales. Y va de suyo que Soriano con Mercedes a menos de 20 kilómetros de diferencia entre Fray Bentos y Gualeguaychú forma parte del problema y de la solución. 

-Tany Mendiondo-