Defender colonización es defender lo mejor de nuestras tradiciones

Escribe el Diputado Constante Mendiondo

Esta Rendición de Cuentas ha instalado en la discusión pública dos temas que sobresalen por los más de 300 artículos de la misma: el fideicomiso para atacar los más de 600 asentamientos, que incluyen, aproximadamente, 200.000 seres humanos que viven en pésimas condiciones y de dónde se quitan los recursos, Instituto Nacional de Colonización.
Ya en la LUC y en Presupuesto Quinquenal era notorio que la coalición de gobierno y fundamentalmente la Presidencia de la República venían por Colonización. Por la LUC se desafectaron alrededor de 60.000 hectáreas incluidas en la creación del instituto, provenientes del Banco Hipotecario del Uruguay (donde funcionaba la Comisión de Fomento Rural y Colonización). Pero además se eliminó la obligación de residir en las fracciones. En el Presupuesto se le topearon recursos y en la Rendición de Cuentas, actualmente en trámite en el Senado, se le quitan los recursos genuinos para destinarlos al fideicomiso de asentamientos. Fideicomiso con el cual estamos totalmente de acuerdo. No con que sea a costas del INC.
No es nuestro propósito detenernos en números y en la filigrana armada en estos días y anunciada por todos los senadores de la coalición de gobierno, ni en ese laberinto inentendible que colateralmente pone en el centro del financiamiento al Banco de Previsión Social. Institución que está sirviendo permanentemente de pretexto (hay razones para ello) para hacer una reforma de la Seguridad Social que evite su, cada vez mayor, déficit.
La realidad, que es la única verdad, es que sucedido el proceso de Rendición de Cuentas en la Cámara de Representantes, los Colonos a través de sus organizaciones, los trabajadores rurales y poblaciones en general, salieron a la calle a reclamar. Estos son los grandes responsables de que hoy de alguna manera, no la más conveniente, se esté intentando mantener recursos para el INC.
En frases algunas conclusiones, los partidos políticos fundacionales por lo pronto sectores importantes de ellos, están traicionando el espíritu de los legisladores que en el ´48 crearon la ley de Colonización 11.029. Los períodos del Frente Amplio proporcionalmente serán registrados en la historia como los que más tierra compraron, reubicaron más gente en la campaña y le dieron sustentabilidad a emprendimientos productivos condenados a la inmigración urbana.
Sin Colonización el aumento de la concentración en producciones como la láctea y de la propia tierra sería muchísimo mayor. En el 2005 la morosidad superaba el 70 % y se entregó el gobierno de 2020 con más del 80 % en situación regular.
Las fracciones no se entregan más por tarjeta, hay equipos técnicos que asesoran y los Directorios se ciñen a ello.
Anualmente existe una demanda que supera largamente lo disponible para adjudicar.
La comparecencia de los cinco directores a la Comisión de Presupuesto y Hacienda integradas de la Cámara de Representantes dejó claro que para abril del año que viene no quedan más tierras para adjudicar.
Es clarísimo que hay fuertes intereses dispuestos a traicionar esta política pública tan exitosa, creada por la voluntad unánime de sus correligionarios de la época.
Lo triste de todo este período en donde se llegaría a una solución, peor es nada, con un laberinto que muy pocos entienden pero que en alguna forma deja la duda sobre lo que significa el Instituto Nacional de Colonización para el sostenimiento y la repoblación de la campaña.
Para concluir, fideicomiso para la eliminación de los asentamientos ¡por supuesto! Instituto Nacional de Colonización con 73 años sosteniendo la familia rural ¡también! En definitiva, tenemos una coalición de gobierno con tantas contradicciones, y con el firme propósito de eliminar Colonización, que la única manera de que el Instituto honre a sus fundadores será en el 2025 con la vuelta al gobierno del Frente Amplio.
Tany Mendiondo.