Femicidio en Paysandú : «control permanente de la víctima y desconfianza excesiva» dice el fiscal

Fiscal señaló que introducía «situaciones irreales de desconfianza» y tenía un «trastorno obsesivo». No había denuncias previas

Una adolescente de 16 años fue asesinada este miércoles a manos de su expareja de 21 años en la localidad de Piñera-Beisso, a 125 km de Paysandú.

El femicidio y posterior suicidio tuvo lugar en una vivienda de la localidad de Beisso, en Paysandú.

La adolescente de 16 años recibió por parte de su exnovio dos balazos con un rifle, uno en la cabeza y otro en una mano, y como consecuencia de las heridas perdió la vida en el living de la casa.

La menor se encontraba en la vivienda con su hermana mayor quien en el momento del crimen, próximo a las 16.30 horas de este miércoles, estaba colgando ropa afuera.

Luego de asesinar a la adolescente, con quien el matador había tenido una relación de un año y medio, el joven de 20 años se quitó la vida en la puerta de la vivienda.

Según informó el jefe de policía de Paysandú, Edwar Alvez en conferencia de prensa, ella había decidido terminar la relación y acudió a la casa de su hermana, sin embargo el femicida insistía en volver y ante la negativa de la adolescente regresó con un rifle y la mató.

«Se pudo constatar que no había denuncias de violencia doméstica de la pareja. Es un hecho lamentable que ha dejado a la comunidad muy consternada. Eran dos familias conocidas. Lamentamos mucho este hecho».

El fiscal del caso, Carlos Motta, informó que inició los primeros contactos con las familias de las víctimas y dio detalles sobre el perfil de los involucrados.

Celotipia

El femicidio y suicidio conmocionó a la sociedad y este jueves el fiscal Carlos Motta dio detalles sobre el caso.

El fiscal explicó que ambos habían tenido una relación de un año y medio de duración, habían convivido y pese a que la chica era menor de edad, contaba con autorización de la madre para hacerlo.

La adolescente había tenido “problemas familiares” por lo que esta relación era “una especie de válvula de escape”, explicó el fiscal.

Sin embargo en diciembre habían tenido una primera ruptura y en los últimos días otra. “La chica tenía un proyecto de vida, estudiaba”, añadió.

Al romper con su ex, la adolescente fue a vivir a la casa de su hermana y fue el mismo miércoles que relató la situación que estaba viviendo. “Ayer le contó a la hermana que había una presión psicológica excesiva sobre ella y un intento de dominarla e impedir que llevara una vida normal”.

Como parte de esto, el joven de 21 años quería impedir que mantuviera contacto con sus familiares o incluso imponer condiciones sobre horarios de estudio.

Sobre el perfil del joven, el fiscal Motta explicó que había empezado a tener un rol de “control y dominación de la joven”.

“Es un perfil de celotipia, un caso típico de desconfianza excesiva y de introducir situaciones irreales, con algún trastorno obsesivo y una personalidad muy rígida”, precisó.

“Tal es así que ayer fue a retirarla de la casa para llevarla con él de nuevo y ante la negativa hace una amenaza que ni siquiera fue tomada en serio porque le dijo a la joven y a su hermana: `Vos vas a morir y vos vas a morir´”, señalándolas pero las jóvenes no pensaron que volvería a matarlas.

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