La tobillera electrónica de la estafadora le permitió a la Policía identificar que fue ella la que retiraba el dinero solicitado.
La estafadora es una mujer de 43 años que ya tenía antecedentes penales por delitos similares, y poseía una tobillera electrónica.
La mujer logró obtener 17 préstamos en una financiera por más de 2.300.000 pesos, simulando la identidad de otros clientes mediante falsificación de firmas y copias de cédulas de identidad que los titulares habían denunciado como extraviadas ante la policía.
Según supo Subrayado, la denuncia fue radicada por representantes de la empresa damnificada ante la Unidad de Delitos Financieros de Interpol, los investigadores pudieron comprobar que la totalidad de los préstamos que la financiera no había podido cobrar habían sido retirados por la misma persona.
La mujer usaba diferentes pelucas y lentes para levantar el dinero en locales de pagos o sucursales de la prestamista.
Sin embargo, los policías lograron identificarla a partir de la voz, ya que varios de los préstamos fueron solicitados telefónicamente. Además, la tobillera electrónica la ubicó en los lugares y las horas de los retiros del dinero.
Finalmente, la fiscal Sabrina Flores pidió orden de allanamiento en el domicilio de la sospechosa en la Cruz de Carrasco. Los policías detuvieron en la casa a la mujer, e incautaron distintas prendas de vestir y accesorios usados en las maniobras, tales como lentes y pelucas.
La justicia la condenó a la estafadora a una pena de dos años de prisión efectiva.
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