Una tragedia insólita ocurrió el 21 de julio durante una fiesta de una empresa de ‘marketing’ en Israel. Un cráter se abrió en el fondo de la piscina en la cual se entretenían los asistentes y comenzó a succionar a dos personas que estaban en el agua.
El agua empezó a escurrirse por el enorme agujero y en unos segundos se formó un verdadero vórtice en el que quedaron atrapadas dos personas.
Una de ellas, un hombre de 34 años, logró salir por su propia cuenta y fue trasladada al hospital después de ser atendida por los médicos. La segunda víctima, un empleado de 30 años de la empresa, simplemente desapareció y sus colegas primero pensaron que había abandonado la fiesta. Otros 15 asistentes, en estado de shock, debieron ser atendidos en el lugar.
Más tarde se informó que el cuerpo del hombre desaparecido fue hallado tras una intensa búsqueda de unas cinco horas. Había sido arrastrado por una corriente de agua directamente a un túnel subterráneo a una profundidad de unos 15 metros.
Investigación
La Policía descubrió que los propietarios de la villa que se encuentra en Karmei Yosef no tenían licencia para montar una piscina en el terreno. Resultó que la villa se construyó hace 27 años en un acantilado en el extremo occidental del pueblo, una zona donde hay muchos pozos, túneles subterráneos y antiguas cuevas funerarias.
Lo que más llama la atención es que la piscina se construyó con tecnología antigua: era simplemente un foso de hormigón cubierto de tela de hule.
Los propietarios solo tenían permiso para construir la casa, pero también instalaron una piscina y alquilaron la zona para eventos de entretenimiento en grupo.
Fueron detenidos como sospechosos de causar la muerte por negligencia.
*Sputnik Mundo