La industria pesquera genera unos 3.000 puestos de trabajo entre personal que trabaja en los barcos, las plantas y todas las actividades conexas, de movimiento, traslado, enfriado, carga y descarga, “Lamentamos esto, no es un conflicto contra los trabajadores, pero hoy trabajar se hace prácticamente imposible y eso hace que se deban tomar medidas importantes para revertir esta situación” dijo a Informativo Uruguay, Juan Riva Zuchelli, presidente de la Cámara de la Industria Pesquera. De los 54 barcos que componen la flota, 48 han decidido no hacerse a la mar por no poder cubrir los costos. Esto determinó que, una vez terminadas las licencias del personal, unos 2000 operarios fueran enviados al seguro de desempleo.
“Nos gustaría salir a trabajar 280 ó 300 días al año y en realidad lo hacemos 200, pero si no arreglamos los temas de fondo, en algún momento se iba a ser insostenible la situación, y ese momento llegó”, agregó Riva Zuchelli.
Las cámaras pesqueras denunciaron en diciembre pasado, los convenios colectivos firmados con los tres sindicatos del sector, “estos convenios se firmaron bajo presión, parando la flota en plena zafra”, afirmó el empresario.
Los representantes de las empresas pesqueras y armadores reclaman que se revean los decretos de 2009 y 2010 que crearon la jubilación bonificada, que determina que “los aportes patronales y jubilatorios se hagan sobre los valores reales y no fictos, y esto eleva a un 35% esos aportes”. A esto se le suma las primas del BSE del 11% para todo el personal (incluso el administrativo), “no existe una actividad que pague eso, es inviable”.
“Estamos esperando que el gobierno se siente con nosotros para ver como salimos de esta situación, así no podemos continuar, hay que encontrar soluciones de fondo porque así nos vamos a quedar sin pesca”, dijo Zuchelli.
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